Hoy hablaremos sobre uno de los sistemas más populares en la logística interna de las fábricas: los vehículos AGV.

El transporte y la logística del material en el interior de una factoría es uno de los procesos más controlados y críticos ya que existe el riesgo de no tener el material necesario en el momento adecuado.
Trenes, transpalets y toros eléctricos manejados por personas, transportaban los materiales entre los diferentes sectores de la fábrica, siendo la solución hasta el día de hoy.
Pero con la llegada de los Vehículos de Guiado Automático (AGV), la logística y el transporte de materiales dentro de las fábricas ha cambiado radicalmente
Pero, ¿Qué son los vehículos AGV exactamente?
En resumen, son vehículos que de forma autónoma transportan carga sin necesidad de ser guiado por un operario. Reduciendo así tiempo y costes.
Para ejecutar su principal característica de circular como un vehículo autónomo, sin necesidad de la intervención del ser humano como piloto del mismo, estos vehículos disponen de diferentes sistemas de guiado y de un complejo sistema de control y gestión.
¿Qué ventajas tiene el uso de vehículos AGV?
– Incremento en la eficacia y la productividad derivados de la mejora en la velocidad y en la manipulación y manejo de los materiales.
– Reducción de la probabilidad de riesgo de los empleados frente a accidentes por error humano.
– Reducción de pérdidas por daños potenciales sobre los materiales transportados.
– Reducción de costes de mantenimiento de los vehículos, ya que se puede programar el uso de forma eficiente para obtener el máximo rendimiento con el mínimo desgaste.
¿Qué tipos de guiado automáticos existen?
Una acertada selección del sistema de guiado, es la base para la implantación con éxito de un vehículo de estas características en una instalación.
- Sistema Filoguiado. El AGV se desplaza guiándose por un hilo conductor instalado bajo el suelo, al que se accede mediante pequeñas ranuras donde se introduce un vástago conectado al vehículo. Este método de guiado es muy sencillo pero es el que posee menor flexibilidad, ya que las rutas de movimiento del AGV se limitan a las rutas con el hilo instalado. Existen alternativas más cómodas como las cintas magnéticas que evitan hacer obra para instalar el hilo.
- Visión Artificial. El AGV reconoce mediante visión artificial una tira de espejo catadióptrico, calculando y corrigiendo en cada instante la desviación existente entre el AGV y la ruta. En función de la ruta que tiene programada y la distancia obtenida mediante la visión artificial, el AGV realiza los movimientos necesarios para continuar con la ruta prefijada.
- Optoguiado. El AGV se desplaza guiándose por una tira de espejo que se extiende por los recorridos del AGV, colocado de forma continua en los laterales de los caminos (o en el suelo) o en las esquinas donde el AGV tiene que tomar una decisión. Mediante catadióptrico el AGV puede detectar la guía. La instalación de estas guías de espejo no requiere de una obra como en el caso del filoguiado, y la modificación o creación de nuevas rutas es menos compleja, ya que basta con dibujar con tiras de espejo las nuevas zonas para definir los movimientos en el AGV.
- Guiado Láser. El AGV va equipado con una unidad láser giratoria que realiza barridos para identificar en su entorno el mayor número de reflectores posibles para determinar su posición en el mapa de la instalación que tiene en memoria. Para realizar el mapa de la instalación se sitúan espejos catadióptricos en posición vertical en puntos estratégicos de toda instalación. Estos espejos serán puntos de referencia con los que calcular la posición del AGV, de la misma manera que el Optoguiado. La principal ventaja de este método de guiado es la increíble sencillez con la que se puede crear una estación de carga/descarga de palés o se puede modificar una ruta. En apenas 10 minutos, una persona formada puede crear una nueva ruta, sin que sea preciso realizar ninguna modificación en la instalación de los reflectores.
- Mapeado 2D-3D. Esta tecnología permite que no sea necesaria la instalación de ningún elemento externo al AGV, ya que mediante todos los sensores que posee (cámaras, LIDAR, ultrasonidos…) son capaces de crear un mapa virtual del entorno en el que están trabajando (en 2D o 3D dependiendo de la tecnología). Esto facilita enormemente la puesta en marcha de estos dispositivos, ya que simplemente es necesario mover al AGV de forma manual por los caminos que va a recorrer, mapeando los mismos e internalizando toda la información necesaria para su posterior utilización. Es el sistema más flexible y adaptativo.
Además de los diferentes tipos de guiado, también existen otras clasificaciones según su seguridad, sensores, tipo de carga etc.
En resumen, los vehículos AGV son equipos muy flexibles que facilitan el transporte interno de elementos y que tienen muchas ventajas como la seguridad, trazabilidad y el seguimiento de flujos.